domingo, 4 de noviembre de 2018

Open Panamericano 2018 - Guayaquil, Ecuador - Primer día de prácticas - Noviembre 4 de 2018

Anoche llegamos muy tarde del Malecón, como a las 12:30 AM y hoy no quise poner alarma para irme a volar. El desayuno del hotel es un bufet una bestialidad y sin afán me fui para la pista. Desde el hotel en el que estoy, que es al lado del aeropuerto de Guayaquil, hasta la pista hay 30 minutos, se puede ir en Uber, por 6,75 USD. De regreso, un amable piloto local (Luis) nos trae a todos hasta los hoteles.

Llegué a la pista a eso de las 9 AM, armé el avión y salí a volar. Hice mi primer P 19 completo. Un poco menos incómodo que ayer con el timón, todavía no estaba completamente acoplado a las condiciones del aire aquí. El avión vuela increíblemente derecho en este clima, como si fuera sobre un riel. Totalmente “amarrado”. La tracción de la hélice es superior y hoy decidí también no modificar la curva del acelerador y dejarlo como estaba.

En la medida que pasó el día, Sergio pudo hacer 5 vuelos y yo 6. Ya logré recuperar la sensación del timón igual a como lo sentía en Medellín y creo que todo se comporta igual. Los consumos de energía se aumentaron como lo habíamos pensado y como lo habíamos notado en los NATS en USA. Hoy tuve consumos de entre 3750 mAh hasta 4070 mAh. Sin problema alguno por que traje las pilas Tronex de 5200 mAh y una de 6000 mAh.

De los 6 vuelos, hice 3 P19 y 3 F19. Hice también un break in a una pila nueva.

Una reflexión que he hecho hoy y que venía pensando desde los NATS, es que sin duda en el Element que tenemos Sergio y yo, (y el de bruno Visconte también), tiene un diseño de alas supremamente ajustado a lo necesario para estas alturas sobre el nivel del mar. El desempeño del avión a esta altura es impecable, las alas pequeñas le ayudan a enrollar muy bien, a esnapear muy bien y a mantener la masa cerca al centro. Sin embargo, en la altura en la que volamos en Medellín, 20150 msnm, las alas están a veces, en días calientes, por fuera del desempeño ideal del avión. Lo digo porque aviones de F3A que tienen áreas alares mayores, son más cómodos de volar en alturas como Medellín o Bogotá. Pero evidentemente el Element está en el límite para el nivel del mar y aún más a mayor altura, le cuesta mantenerse. Aquí el avión aterriza mucho más sereno, con las alas niveladas y se deja hacer el flare sin meter las alas, cosa que siempre hace a la altura de Rionegro. Lógicamente la pérdida de eficiencia del avión por la altura no es nueva, pero lo que he observado es que el Element con estas alas está en el límite. Sergio ha mandado a hacer un juego de alas de un poco más de área y menos % de espesor de perfil para probar en la altura a ver qué tal.

Hoy no hay mucho que contar. Fue un día relativamente plano en términos de entrenamiento.

Se murió una iguana en una cabecera de la pista: eso aterrizó a todos los gallinazos a comer carroña y nos dejó volar tranquilos toda la tarde. Esa va a ser la fórmula para el resto de la semana: una carnada. Así de poco hay que contar para hoy.

Hice unas pruebas cortas con videos en 4K que voy a subir a Youtube. Si pueden véanlos en un smartphone bueno o en un SmarTV. Si salen bien sigo haciendo algunos más largos (consumen una burrada de datos)

https://youtu.be/mFVOxJMvxW8

https://www.youtube.com/watch?v=mFVOxJMvxW8


https://youtu.be/A-HqddjH7IU

Algunas fotos











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